PAM PAM POR DETRÁS

Para los que creían que ya lo habían visto todo llega...

EL PATEADOR DE TRASEROS

Sí amigos bloggers, como lo leéis, un aparato que te da patadas en el culo, ¿cómo no lo había inventado nadie antes? Es algo tan maravilloso, es fantástico, alucinante, lo que todos necesitábamos, es... una m*****, para que nos vamos a engañar. ¿Qué clase de mente perversa inventa algo así? Ni el mismísimo Christian Grey hubiese creado algo parecido para su cuarto rojo.

(Nos han llegado rumores de que ya tiene uno encargado).

Sinceramente, no sé muy bien qué personas comprarían este invento, pero aún menos quién puede inventarlo. Por esa razón he investigado y el sucesor de Edison se llama Joe W. Armstrong. Tiene otros dos inventos según he podido ver: un método para la fabricación de estructuras enmarcadas y un método para imprimir signos en láminas porosas. No cabe duda de que estamos ante un genio.

Pero vamos al grano, sé que estáis deseando que os cuente más sobre El Pateador de Traseros así que no os voy a hacer esperar más. Como vale más una imagen que mil palabras, aquí tenéis un dibujo de cómo funciona en aparato:

El mecanismo es bastante simple: el usuario debe colocarse de pie, de espaldas a las aspas que tienen los zapatos que te patean, con la cadera ligeramente inclinada hacia delante, las manos sobre la manivela y el culo en pompa. ¿Alguna duda? Esta bastante claro, ¿no?

Por tonto que parezca el aparato este no es el primer blog ni será el último que hable sobre él, numerosos bloggers han querido hacerse eco del invento del siglo, como este de El País, que lo posiciona en el número 2 de su ranking "Los 10 inventos más tontos jamás patentados".

¿Qué os ha parecido? Posiblemente esta sea la cara que se os ha quedado a muchos...

Soy consciente de que sería un atrevimiento por mi parte intentar mejorar este fantástico invento, pero ¿por qué no intentarlo? Echándole imaginación se me ocurren varías opciones. No estoy muy segura de sí se les puede llamar mejoras, así que les llamaré cambios...

• El primero de ellos consiste en mecanizarlo, debe ser muy incómodo tener que estar girando las manivelas, vale que la persona quiera cachetes en el culo, pero nadie ha exigido un dolor de espalda y de brazos.
  
• Otra opción sería que llevase recambios para poder cambiar los zapatos por otros objetos. (Aquí dejo rienda suelta a vuestra imaginación).
• También podría ser una ruleta con rodillos para pintar las paredes.
  
• Y por último, se me ocurre que se podría aplicar a otros usos, por ejemplo dar de comer a los bebés. En lugar de girar las manivelas con las manos, que fuesen pedales para que los propios bebés se diesen de comer a sí mismos. No habría zapatos, sino cucharas que se irían recargando al pasar por cierto punto.

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