jueves, 19 de marzo de 2015

¿Quién dijo congestión nasal?

Admitamos que la mayoría de nosotros hemos pasado la gripe este invierno y que por esta razón hemos tenido en más de una ocasión la nariz congestionada, taponada o con mocos, para que me entendáis.

Según un reciente estudio, el 37% de los encuestados padece congestión nasal y el 35% no hace nada para solucionarlo. Pasando estas cifras a un registro coloquial, en una clase de diez personas, tres han aparecido un lunes con la nariz roja, los ojos hinchados y un camión cargado de toneladas de kleenex mentolados.

Todos alguna vez hemos sido esa persona acompañada de su camión de pañuelos, y qué mal se está cuando tragas saliva y te retumban los oídos, cuando sacas voz de ultratumba y no tienes ni fuerzas para gritar "¡mamáááááááááá, tráeme más pañuelos!" (aquí hay que nombrar a las abuelas, esas mujeres sabias con mil y un consejos que aparecen por detrás para decir: "¡No! ¡De papel no! Llévaselos de tela para que no se le irrite la nariz"). Y después de una tarde de sonarte los mocos empiezas a parecer Rodolfo el reno y te acuerdas de tu abuela y de lo sabia que es y de lo mucho que la quieres a la par que vuelves a gritar "¡MAMÁÁÁÁ, MÁS PAÑUELOS!... ¡Y VASELINA PARA LA NARIZ!"

Pero llevarte a una madre al instituto como "chacha-llevapañuelos" puede resultar una mala idea. Por eso Kenji Kawakami, un japonés que se avergüenza de la suya, ha inventado el invento de los inventos, una obra de la ingeniería capaz de deslumbrar a cualquiera... ¡un porta rollos de papel higiénico!

Kenji Kawakami, genio inventor.

Este genial invento, aparatoso pero eficaz, es la garantía para tener la napia despejada. 
Colocado sobre la cabeza de los usuarios, a la más mínima amenaza de congestión, solo hay que extender la mano y cortar un trocito de papel para poder sonarte felizmente la nariz. ¿Te mirarán mal? Probablemente. Pero te mirarían peor si tuvieras a tu madre por detrás suministrándote pañuelos y dándote besitos en la frente para que te recuperaras.
El dispensador de papel es la solución para que tu nariz deje de sufrir albergando más mocos de los que está destinada a acoger.

Yo, como empresaria innovadora (y friki, muy friki), no dudaría en introducir este producto en el mercado español, donde hay un vacío enorme en soluciones para la congestión nasal. Aunque eso sí, incorporaría una pequeña bolsa pegada al aparato para poder depositar el papel usado, ya no por temas ecológicos, sino por no contagiar a más población de la que cada año sufre la gripe.
Pero pensándolo detenidamente, igual sería buena idea contagiar a más gente para aumentar las ventas...

¡Congestionados y congestionadas el mundo, uníos y comprad este maravilloso artilugio!







La empresa no se hace responsable de las irritaciones posteriores de nariz y los disgustos de las abuelas. Todo queda bajo la conciencia del usuario.

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